Se puede pensar en una persona distante, se puede aferrar a una persona cercana, todo lo demas queda mas alla de las fuerzas humanas. Escribir cartas, sin embargo, significa desnudarse ante los fantasmas, que lo esperan avidamente. Los besos por escrito no llegan a su destino, se los beben por el camino los fantasmas. Con este abundante alimento se multiplican, en efecto, enormemente. La humanidad lo percibe y lucha por evitarlo; y para eliminar en lo posible lo fantasmal entre las personas y lograr una comunicacion mas natural, que es la paz de las almas, ha inventado el ferrocarril, el automovil, el aeroplano, pero ya no sirven, son evidentemente descubrimientos hechos en el momento del desastre, el bando opuesto es tanto mas calmo y poderoso, despues del correo invento el telegrafo, el telefono, la telegrafia sin hilos. Los Fantasmas no se moriran de hambre, y nosotros en cambio pereceremos.
Franz Kafka, Cartas a Milena
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