miércoles, 17 de septiembre de 2008
Prefacio a la obra de teatro Madame Edwarda
"Un hombre difiere de un animal en que algunas sensaciones lo hieren y lo liquidan en lo más íntimo (...) El ser nos es dado en una superación intolerable del ser, no menos intolerable que la muerte. Y eso porque, en la muerte, al mismo tiempo que algo nos es dado, nos es también retirado, debemos buscarlo en el sentimiento de la muerte, en esos momentos intolerables en donde nos parece que morimos, porque el ser en nosotros no está más que por el exceso, cuando la plenitud del horror y del goce coinciden. Incluso el pensamiento, la reflexión, no se cumple en nosotros más que en el exceso."
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